En el año 2005 el grupo es invitado a participar del
ENTEPOLA (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano) ECUADOR 2005. Luego de dos meses de insistencia necia
Shih Ho consigue reunir el dinero necesario (para sorpresa de todos los pasaportes llegan a tiempo) y toma el avión adeudándole pequeñas y grandes sumas a la mayoría de la gente de su entorno. Una vez en el centro del mundo son recibidas de la mejor manera por la gente de
TEATRO ARAWA y cobijadas por los brazos maternales de Filadelfia, quien las aloja en su casa y les regala vestidos, callecitas reclamando por las cloacas allá en el Guasmo Sur. Realizan dos funciones de
Kue'i El Antagonismo, una al aire libre en un anfiteatro que por sus condiciones (y para alegría de los amigos del chiste fácil) fue bautizado con el nombre de
Concha Acústica
y otra en
Milagro, camarín en dónde prueban la con seguridad piña (¿ananá?) más sabrosa de sus vidas. Además de debatirse entre conclusiones y dudas generales directamente relacionadas con la magnitud de su viaje y con la inexperiencia de ambas en cuanto a rutas aéreas y terrestres (tales como
siempre se puede ser otro,
siempre es posible empezar de cero,
que cálida es la gente acá,
qué lindo verano todo el año,
quién soy, quienes somos fuera de nuestro entorno,
qué es el teatro popular y para quiénes hacemos teatro) ambas integrantes del dúo comienzan a considerar este viaje como una visagra en sus vidas. Valeria se rasura completamente la cabeza quitándose de una sus rubias crenchas de vedette de segunda, decide irse a vivir a otra ciudad, se inscribe en un Conservatorio en la carrera de Canto Lírico, se da cuenta de que le gusta mucho el arroz y de que nunca más quiere volver a trabajar de cajera en un supermercado. María Eugenia no es tan extremista con su cabello (aunque se lo corta, no llega a la feroz exposición de su cuero cabelludo) aunque sí con su matrimonio, se da cuenta de que odia el arroz y decide quedarse en las bellísimas playas del suave declive sólo por ahora. Ninguna de las dos pueden dejar de cantar por un tiempo
lo que pasó pasó y sueñan con conocer el mundo viviendo del teatro (coinciden casi siempre en este tipo de pensamientos utópicos).
y otra en Milagro, camarín en dónde prueban la con seguridad piña (¿ananá?) más sabrosa de sus vidas. Además de debatirse entre conclusiones y dudas generales directamente relacionadas con la magnitud de su viaje y con la inexperiencia de ambas en cuanto a rutas aéreas y terrestres (tales como siempre se puede ser otro, siempre es posible empezar de cero, que cálida es la gente acá, qué lindo verano todo el año, quién soy, quienes somos fuera de nuestro entorno, qué es el teatro popular y para quiénes hacemos teatro) ambas integrantes del dúo comienzan a considerar este viaje como una visagra en sus vidas. Valeria se rasura completamente la cabeza quitándose de una sus rubias crenchas de vedette de segunda, decide irse a vivir a otra ciudad, se inscribe en un Conservatorio en la carrera de Canto Lírico, se da cuenta de que le gusta mucho el arroz y de que nunca más quiere volver a trabajar de cajera en un supermercado. María Eugenia no es tan extremista con su cabello (aunque se lo corta, no llega a la feroz exposición de su cuero cabelludo) aunque sí con su matrimonio, se da cuenta de que odia el arroz y decide quedarse en las bellísimas playas del suave declive sólo por ahora. Ninguna de las dos pueden dejar de cantar por un tiempo lo que pasó pasó y sueñan con conocer el mundo viviendo del teatro (coinciden casi siempre en este tipo de pensamientos utópicos).
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